Entrenar en la bicicleta estática es un ejercicio muy beneficioso para el corazón porque se trata de una actividad física que trabaja el cardio. Esto quiere decir es una rutina deportiva capaz de subir las pulsaciones, acelerar el ritmo de la respiración y quemar gran número de calorías. No obstante, además de mejorar la salud cardiovascular del cuerpo y ayudarnos a mantener la línea por el gasto calórico, es interesante saber qué otras partes del cuerpo se trabajan con la bicicleta fija. Obviamente, los músculos más involucrados en la práctica de este tipo de ciclismo indoor son los de las piernas: los músculos de la pantorrilla, los cuádriceps y los bíceps femorales.

 Además, en el movimiento del pedaleo también se involucran los abdominales, que se encargan de mantener la postura de la pelvis y la columna vertebral, aunque los modelos de bicicletas estáticas con respaldo (bicicletas reclinadas) pueden disminuir el efecto en estas zonas. En las bicicletas elípticas, además de estos músculos, se usan también músculos del torso y de los brazos. Otro accesorio deportivo que permite trabajar de forma intensiva las piernas son los steppers.

A la hora de comprar una bicicleta fija podrás elegir entre muchísimos modelos, desde bicicletas estáticas con respaldo a bicicletas plegables que apenas si ocupan espacio. Hay casi tanta variedad como en la ropa de fitness, donde cada deporte tiene su estilo diferente. Pero lo cierto es que, además de los aspectos visuales, al comprar una bicicleta estática debes tener en cuenta ciertas características:

• Peso del volante de inercia. También conocida como rueda de inercia. Para evitar sacudidas al pedalear o sensación de inestabilidad en la bicicleta, es recomendable que el peso mínimo de esta rueda de inercia sea de 7-9 kilos. Para deportistas más avanzados, puede llegar a pesar más de 15 kilos.
• Tipo de resistencia. La hay mecánica y magnética. Si te gustaría poder usar programas de entrenamiento donde la dureza de la bicicleta cambie sola, necesitarás que sea una bicicleta de resistencia magnética.
• Consolas con Bluetooth. Si quieres una bicicleta sencilla y tradicional, puedes optar por una con consola sin Bluetooth donde podrás ver la información típica: el ritmo, la distancia recorrida, la cadencia, las calorías quemadas, etc. No obstante, ahora también puedes comprar bicicletas estáticas con Bluetooth que muestran en una tablet o un smartphone la información que tradicionalmente muestra la consola más otros extras. Podrás controlar los distintos valores, crear programas de entrenamiento, conservar estadísticas e incluso disfrutar de videojuegos donde la velocidad y la resistencia con la que pedalees se verá reflejada en el juego.
• Bici ajustable. Es importante que tanto el asiento como el manillar puedan regularse en altura para que la bici resulte lo más ergonómica posible.
• Peso máximo. Las bicicletas de gama media o alta están pensadas para aguantar hasta 130-150 kg, pero si optas por comprar una bicicleta estática barata, puede que solo aguante hasta 90-100 kg.

De media, se calcula que en una sesión intensa de 45 minutos en bicicleta estática se pueden quemar 400 calorías, pero lo cierto es que responder a cuántas calorías se queman con la bici estática no es tan sencillo como podría parecer porque existen distintos factores que afectan a la respuesta:

• Velocidad de pedaleo. El ritmo al que pedalees influye de forma considerable en el consumo de calorías. Para que te hagas una idea, pedalear a unos 16 km/h está considerado de intensidad baja, mientras que a partir de los 20 km/h se considera intensidad alta.
• Resistencia. En la vida real existen cuestas y pendientes, y esto se simula en la bicicleta estática con la resistencia. Cuanto más alta es esta, más fuerza necesitarás hacer para seguir pedaleando y, por consiguiente, más calorías gastarás.
• Tiempo de ejercicio. Los minutos que pasas subidos a la bicicleta estática son clave a la hora de calcular la quema de grasa y de calorías. Debes saber que desde el momento en que empiezas a pedalear estás gastando calorías, pero es cierto que la gran mayoría de estudios apuntan a que la quema de grasa (reservas de calorías acumuladas en el cuerpo) empieza a partir de los 20 minutos, por lo que se suele recomendar que la sesión mínima de cualquier actividad de cardio sean 30 minutos.

Una vez sabes esto y para que puedas saber cuántas calorías puedes quemar con la bicicleta estática, te proponemos una fórmula matemática que puede serte de ayuda. Multiplica tu peso por 2,2 y a esto multiplícale los minutos que has estado subido a la cinta. Al valor que te salga, multiplícalo por 0,049 si has entrenado a intensidad baja y 0,071 si lo has hecho a intensidad alta. El resultado serán las calorías quemadas durante la sesión. Recuerda que la intensidad dependerá de la velocidad y la resistencia. Con esta fórmula, una persona de 75 kilos que haya entrenado durante 45 minutos a intensidad alta habrá gastado en torno a 527 calorías. 

Si entrenase a intensidad baja, serían unas 364. El spinning es un deporte indoor que ha sabido integrar muy bien distintos tipos de intensidad para lograr clases amenas que queman gran cantidad de calorías por seguir un patrón de intervalos.

El número de calorías que quema una actividad física depende de diversos factores, entre los que destacan la intensidad a la que se realiza y el tiempo que dura el entreno. El tiempo es una medida objetiva y fácil de medir, pero la intensidad no tanto, pues varía según la velocidad a la que vayas y según si estás subiendo o bajando cuestas (en bicicletas estáticas o cintas de correr se simula este valor mediante la resistencia y la inclinación). No obstante, diversos estudios han calculado que, para un tiempo idéntico y un nivel de intensidad similar, montar en bicicleta estática logra un mayor gasto calórico que andar a paso rápido. 

Y la diferencia no es poca, pues una persona de en torno a 70 kilos que practica alguno de estos dos deportes a ritmo moderado, puede quemar 252 calorías (bicicleta estática) o 133 calorías (andando). En una clase de spinning, que suelen ser de intensidad elevada y durar unos 45 minutos, se pueden quemar con facilidad en torno a 600 calorías.

Para alargar la vida útil de tu bicicleta estática existen ciertas recomendaciones que pueden suponer una gran diferencia. Una de las más importantes es que la gran mayoría de las bicicletas estáticas están pensadas para usar en interior, por lo que no se las ha preparado para soportar las inclemencias del tiempo. Si quieres usar tu bicicleta estática en un balcón, un patio o un jardín, cómprate una especial para exterior o intenta protegerla lo máximo posible del sol y de la lluvia. La humedad es uno de los principales enemigos de tu bici estática, y no solo hablamos de la lluvia en caso de que la uses al aire libre, sino también de tu sudor. Si durante el entrenamiento sudas mucho, es importante que seques la bicicleta después de su uso, no solo por higiene, sino también para evitar la oxidación o deterioro de sus componentes. 

Asimismo, es recomendable que mantengas tu bicicleta libre de polvo y suciedad, y que cada cierto tiempo revises que no existen tornillos o cubiertas que se estén soltando. En el mantenimiento habitual de las bicicletas estáticas no se necesita lubricarlas porque los mecanismos internos van protegidos.

Las bicicletas estáticas apenas si necesitan mantenimiento en su día a día, pero si tu bici empieza a hacer ruido es que tiene un problema, pues este tipo de aparatos deportivos suelen ser muy silenciosos. Si el ruido al pedalear en tu bicicleta estática es un chirrido, lo más probable es que le falte lubricación en alguno de sus componentes, puede ser la cadena, aunque también existen casos en que lo que chirría son los engranajes del pedal. 

Dicho esto, debes tener en cuenta que en las bicicletas estáticas modernas no suele ser necesario engrasar los componentes salvo que por algún motivo la bici empiece a funcionar mal. Por otro lado, si el ruido que hace la bici estática al pedalear no es un chirrido sino un sonido más grave, es posible que alguno de los discos o componentes esté desgastado o se haya movido y roce donde no debe.