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Lavavajillas
Puede parecer sorprendente que un lavavajillas sea capaz de limpiar la vajilla sin tocarla, pero lo cierto es que la tecnología que hace funcionar un lavaplatos es bastante sencilla y se basa sobre todo en agua que sale disparada a mucha presión. En el interior de cualquier lavavajillas hay dos brazos aspersores colocados debajo de cada bandeja. Estos brazos giratorios cuentan con pequeños agujeros que expulsan agua a más de 100 km/h, lo que logra arrancar y arrastrar la suciedad.
Además, esta agua está caliente (la temperatura suele ser regulable según los distintos programas), lo que ayuda a reblandecer cualquier tipo de resto de comida. Por su parte, el detergente es el encargado de higienizar los utensilios de cocina, mezclándose con el agua y saliendo también a través de los aspersores, mientras que el abrillantador se encarga de secar y dejar brillantes los vasos y la cubertería.
Si te preguntas por qué salen las cosas mojadas del lavavajillas, primero tienes que fijarte en qué partes de tu vajilla salen con gotitas. Si lo único que sale mojado son tápers y objetos de plástico, debes saber que es bastante normal (sobre todo con los fabricados con polipropileno), pues están elaborados con materiales hidrofóbicos que provocan que se condense el agua en su superficie y se formen las famosas gotitas. Pero si son otros elementos de tu vajilla los que salen mojados, sin duda se debe a otros factores. La primera opción que hay que barajar es que el electrodoméstico se haya quedado sin abrillantador o el mecanismo de dosificado del mismo esté roto.
El abrillantador no solo logra un acabado brillante en la vajilla, sino que optimiza el secado, por lo que si hay algún problema en su dosificación pueden aparecer las temidas gotas. Por otro lado, si tu lavavajillas no seca bien también puede deberse a que usas programas muy cortos en los que el tiempo que se dedica a lavado y secado se ve reducido. Este tipo de programas pueden ser útiles cuando el lavavajillas está con media carga, pero se desaconseja su uso si están llenos, pues el electrodoméstico no es capaz de ofrecer los mismos resultados.
La capacidad de los lavavajillas se mide en cubiertos, por lo que un lavavajillas para 12 cubiertos permitirá poner a lavar 12 servicios completos. Pero, ¿qué es exactamente un servicio o cubierto completo? Pues toda la vajilla que utiliza un comensal durante una comida, por lo que un lavavajillas de 12 cubiertos permitirá poner doce vasos, doce platillos de postre, doce soperos, doce llanos, etc. La capacidad de 12 cubiertos es una medida bastante habitual entre los lavavajillas, ideal para familias, aunque existen modelos con más y menos servicios (entre 6 y 14 suele ser un rango habitual en marcas como los lavavajillas Bosch, Siemens y Balay).
Si quieres colocar tú mismo el lavavajillas en casa, debes saber que instalar un lavavajillas es sencillo, aunque necesitarás ciertas herramientas o accesorios para ello. Lo principal que se necesita para instalar un lavavajillas es una toma de corriente eléctrica, así como acceso a una toma de agua y al desagüe. Lo habitual es que el lavavajillas se instale en la cocina y el suministro de agua se consiga de la toma de agua que va al fregadero, mediante una válvula de doble salida.
Por su parte, la salida de agua se conecta al tubo del desagüe del fregadero. Si antes no había instalado un lavavajillas en esa sala, se necesitará una válvula nueva de entrada, así como un tubo de desagüe con toma de lavavajillas. Para las conexiones de agua es interesante usar cinta de teflón o producto sellador, que evitará pérdidas de agua, y también es recomendable que tengas una llave inglesa a mano para abrir y cerrar tomas, algunas de las cuales se ajustan con tuercas.
Todos los estudios realizados hasta la fecha demuestran que los lavavajillas ahorran agua y electricidad frente al lavado manual con agua caliente, por lo que se puede decir que los lavavajillas son más ecológicos. No obstante, existe una pega a esta afirmación, y es que el proceso de fabricación de los electrodomésticos, así como su transporte y su posterior descarte, conlleva un gasto energético y de material, que no se produce si se sigue lavando a mano.
En cualquier caso, una vez el electrodoméstico se ha fabricado, sin ninguna duda resulta más ecológico usarlo que continuar con el lavado manual.
Las cifras varían según los distintos hogares, pero varios estudios afirman que, tras instalar un lavavajillas en una casa, se ahorran en torno a 30,6 litros de agua diarios, 27,4 de los cuales son de agua caliente. Si en la casa viven 5 personas, este ahorro aumentaría de media hasta los 50 litros diarios.
Si instala un lavavajillas con clase de eficiencia energética A, ahorrará aún más energía.