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Mochilas
Depende del tipo de mochila en cuestión. En el caso de las mochilas casuales y las mochilas para salir, sí, la mayoría de las empresas tienen en su catálogo modelos para hombre y modelos para mujer, en su mayoría diseñados a juego con sus respectivas colecciones. Si, por el contrario, hablamos de mochilas de trabajo, de PC o de trekking, la mayoría de los artículos son unisex, ideales tanto para hombres como para mujeres. Incluso muchas de las denominadas mochilas urbanas o urban backpacks pueden ser llevadas indistintamente por hombres y mujeres, ya que abrazan una filosofía, la de la falta de género, cada vez más común en estos días y lo hacen eligiendo colores neutros y formas y diseños elegantes
La buena noticia es que hoy en día, en comparación con hace sólo unos años, hay muchas más opciones. Junto a las favoritas de culto como Invicta, Seven o Eastpak, que han acompañado a generaciones enteras de estudiantes al colegio, en el mercado hay nuevas marcas como las mochilas Vans y otras mochilas para todos los gustos y -no menos importante- para todos los presupuestos. ¡No te olvides de comprar un estuche!
La ayuda viene, sin duda, de las diferentes categorías de productos que existen hoy en día en el mercado. Una mochila para PC, por ejemplo, podría ser especialmente útil para un autónomo que se desplaza a menudo por la ciudad y entre reuniones con clientes. Un fotoperiodista, en cambio, puede necesitar una mochila fotográfica que, entre otras cosas, le ayude a mantener a salvo sus objetivos, el cuerpo de la cámara y otros accesorios mientras se desplaza. De nuevo, un jinete o repartidor a domicilio de restaurantes y pizzerías podría necesitar una mochila térmica para mantener los alimentos a temperatura.
Nada prohíbe, por supuesto, el uso de mochilas como equipaje en lugar de una maleta convencional. Sin embargo, no hace falta decir que hay que tener en cuenta cuántos días se va a estar fuera de casa y si la mochila es lo suficientemente grande como para guardar todo lo que se necesita durante el viaje. Una cosa es utilizar una mochila en lugar del equipaje de mano y otra muy distinta utilizarla en lugar del equipaje facturado y las maletas: en el primer caso, hay que prestar atención a los límites de peso y tamaño impuestos por las compañías aéreas, especialmente las de bajo coste; en el segundo, una mochila puede no ser lo suficientemente resistente como para facturarla como equipaje de bodega sin correr el riesgo de dañar permanentemente las pertenencias.
Comprueba siempre lo que dice la etiqueta de tu mochila al respecto o ponte en contacto con el fabricante para obtener más información. No obstante, cuando sea posible y decidas lavar tu mochila en la lavadora, opta por un lavado delicado, a baja temperatura y con pocos centrifugados; asegúrate de haber vaciado completamente la mochila y cualquier objeto que pueda perderse o estropearse en el tambor y otras partes de la lavadora; no utilices detergentes fuertes o pruébalos antes, a mano, en una parte pequeña y oculta de la mochila y excluye del lavado, si es posible, las cremalleras u otros acabados metálicos que puedan dañarse.