Martini Blanco 1L

Celo, Kleenex, Post-it, Rímel, Tipex… Hay marcas que no solo venden productos, sino que cambian el lenguaje. Cuando su nombre se convierte en la forma habitual de llamar a toda una categoría, han alcanzado un estatus reservado a muy pocos. Y si hablamos de vermut, hay una marca que juega en esa liga con copa propia: Martini. Porque basta con pronunciar su nombre para que automáticamente te veas de aperitivo, a tutti pleni, con hielo, rodaja de lima y charla eterna. No importa si es rosso, blanco o reserva: Martini es el vermut. Y punto. La historia comienza en 1863, en la pequeña localidad de Pessione, cuando el espíritu emprendedor de Alessandro Martini se cruza con el talento creativo del herborista Luigi Rossi. De ese encuentro nace el primer Martini Rosso, un vermut aromático, intenso y con ese equilibrio entre amargor y dulzor que marcaría estilo. La fórmula era secreta -y sigue siéndolo-, pero su éxito fue tan rotundo que pronto se convirtió en una bebida icónica. Desde