tazas de té

La capacidad de muchos modelos de tazas de té es de entre 120 y 200 mililitros. Sin embargo, también se pueden encontrar tazas grandes con mayor capacidad, que también pueden llamarse tazas de té.
Los cuencos de té tradicionales de la región asiática contienen una cantidad menor, de 50 a 100 mililitros.

Las tazas de paredes finas disipan más rápidamente el calor del agua caliente. Así se evita que los tés sensibles se pasen de rosca y liberen demasiadas sustancias amargas de las hojas.
En general, cuanto más fino y puro sea el té, más fina debe ser la taza.
Si te gusta beber un té fuerte que necesita un poco más de tiempo para desarrollar su aroma, te conviene una taza de paredes más gruesas.

Como ávido bebedor de té, te resultarán familiares las decoloraciones oscuras que permanecen en la taza incluso después de aclararla. Se trata de residuos de té que han formado un vínculo con la cal del agua y ahora se adhieren obstinadamente a la pared de la taza.
Dos sencillos remedios caseros te ayudarán a deshacerte de ellos:
Bicarbonato de sodio
Soda
Cómo hacerlo: Pon una cucharadita del remedio de tu elección en la taza, llénala de agua y deja la mezcla en remojo durante varias horas. Después, puedes frotar los bordes con un paño.