Entre los accesorios para coches que se están poniendo de moda destacan las dash cam, unas pequeñas videocámaras que se colocan en el salpicadero para grabar lo que ocurre durante la conducción. Este tipo de dispositivos es muy usado internacionalmente por camioneros y conductores porque permite grabar accidentes y así demostrar lo que realmente ha ocurrido. También se usan como cámara de vigilancia inalámbrica para coches. En España su uso en este sentido es más limitado, pues por la Ley de Protección de Datos (LOPD) no se puede grabar a terceros sin su consentimiento, pero si no vas a subir las grabaciones a Internet ni vas a difundir las imágenes grabadas por la cámara, puedes instalar una en tu coche sin problemas. Algunos de los mejores fabricantes de este tipo de cámaras para coche son Garmin, Nextbase y BlackVue.

Asimismo, si buscas cámara para coche quizá lo que tú deseas no sea una dashcam sino una cámara de marcha atrás. La gran mayoría de vehículos actuales salen de fábrica con ayudas al aparcamiento (ya sean acústicas o visuales). Si tu coche no tiene sensor o cámara de aparcamiento, puedes instalar tú mismo una cámara (frontal o trasera) para ayudarte a aparcar.

La decisión de dónde colocar una cámara espía en el coche dependerá de qué quieres grabar. Lo ideal sería encontrar el ángulo perfecto para grabar lo que quieres, ¿el asiento del copiloto?, ¿todo el interior?, ¿la plaza del conductor?, ¿el exterior? Si la discreción en tu cámara espía para coche es muy importante, sería buena idea intentar camuflarla en las ranuras del aire acondicionado, aunque muchas personas optan por colocarlas en el retrovisor o en el panel de instrumentos. En estos puntos son algo más visibles, pero lo bueno es que las cámaras espías suelen ser bastante pequeñas y por lo tanto, para detectarlas habría que estar atento a ellas. Por otro lado, si lo que quieres vigilar con tu cámara de coche es el exterior (porque alguien te raya la carrocería en el garaje o se están produciendo acciones vandálicas en la zona donde sueles aparcar), lo ideal sería colocarla en el salpicadero o en la luna trasera, aunque en este caso es importante que adquieras una cámara con un buen ángulo de visión para poder captar lo que ocurre alrededor del coche. Para este propósito, las dash cams que se activan con movimiento son la mejor opción.

A la hora de comprar la mejor cámara de coche, tu presupuesto y necesidades serán determinantes. Así pues, ¿qué características debes valorar para asegurarte de que la relación calidad precio es buena?

• Resolución. La calidad de video en este tipo de cámaras es importante para poder conseguir grabaciones nítidas. Por ello, el mínimo recomendado es HD, aunque si es Full HD mejor. Además, se pueden conseguir cámaras de a bordo con tecnología HDR que mejora el contraste de las fotos, obteniendo una calidad excepcional.
• Ángulo de visión. En este tipo de dispositivos de grabación para el coche, el ángulo es importante pues cuanto más amplio sea, más entorno podrá grabar. Lo habitual es que ofrezcan 140°, aunque las hay de hasta 180°, que permiten ver más periferia del coche.
• Almacenamiento. Si quieres que la cámara esté grabando continuamente, necesitarás que tenga una buena memoria, por lo que hay que fijarse en la capacidad máxima de tarjeta SD que aceptan (32 y 64 GB suele ser un estándar habitual, aunque algunos modelos aceptan 128 GB e incluso superior). Este tipo de cámaras suelen grabar en bucle, por lo que sobrescriben el contenido cuando llegan a la capacidad máxima. Por suerte, algunos modelos protegen el contenido cuando se detecta un incidente y también hay cámaras con WiFi capaces de subir a la nube las grabaciones, especialmente las de emergencia, para que exista una copia segura de las mismas.
• Grabación de emergencia. Hay modelos que graban de forma continua desde el momento en que se arranca el coche, otros que solo graban cuando el conductor lo solicita… aunque algo en lo que coinciden los modelos de cámaras de coche más buscados es que cuentan con grabación de emergencia para iniciar la grabación cuando se detecta un accidente. Existen cámaras que incluso tienen esta función para cuando el coche está aparcado y se percibe un golpe o un movimiento en el entorno.
• Batería de la cámara. Casi todos los dispositivos dash cam deben ir conectados al mechero del coche para funcionar. De esta forma se elimina la necesidad de batería y se reduce el mantenimiento y cuidado del coche porque no hay necesidad de cargar la cámara cada cierto tiempo. Algunas de estas cámaras, además, cuentan con una pequeña batería para mantenerse a la espera de algún suceso extraño cuando el coche no está en marcha.
• Grabación nocturna. Este tipo de cámaras no tienen visión nocturna, por lo que no pueden grabar en la más absoluta oscuridad, pero muchos modelos sí que cuentan con características que permiten grabar bien de noche y mejorar las imágenes en situaciones de poca luz (garajes, carreteras de noche, etc.).
• WiFi. Hay dispositivos que pueden conectarse a Internet mediante WiFi para así enviar imágenes a la nube de forma automática o vincularse con un móvil para ver la grabación y configurar la cámara.
• Otras funcionalidades. Existen modelos que pueden ser controlados por voz, así como dispositivos con GPS que, en caso de accidente, guardan los datos de la ubicación de forma automática.

La instalación de las cámaras de salpicadero es bastante sencilla, pues la cámara se coloca mediante un sistema de ventosa al cristal y se alimenta gracias a un adaptador del mechero del coche. No obstante, hay que prestar atención a un par de detalles. El principal es que la cámara debe colocarse en un lugar del cristal dónde no interfiera con la visión del conductor y desde donde pueda captar un buen ángulo del frontal del vehículo. Un lugar habitual donde fijar la ventosa es detrás del espejo retrovisor central. Asimismo, es importante no dejar los cables de la cámara colgando porque podrían dificultar la conducción o provocar tropiezos. 

Para ello, se recomienda llevar el cable desde la toma de corriente hasta el cristal pasando por debajo del salpicadero (se puede sujetar con bridas) y camuflando el cable en las terminaciones del vehículo (lateral del salpicadero, junto a la ventana y entre el cristal frontal y el techo). Una vez conectada al mechero, la cámara se encenderá cada vez que se arranque el coche.