Un gimbal es un estabilizador externo pensado especialmente para videocámaras o cualquier otro dispositivo que grave imágenes en movimiento: smartphone, dron, cámara de fotos, etc. Este tipo de estabilizadores logran una imagen fluida y profesional, sin saltos, ruido o movimientos bruscos. Los gimbal empezaron a usarse en helicópteros y brazos de grúa, para conseguir buenas secuencias de grabación, pero la tecnología ha ido avanzando, los gimbal han ido reduciendo su tamaño y, en la actualidad, se encuentran gimbals para todo tipo de dispositivos, tanto grandes como pequeños (GoPro, móviles, etc.).

Y, ¿cómo logra un gimbal estabilizar la imagen? Este tipo de accesorios para videocámara va equipado con motores, sensores, acelerómetros, compás magnético, etc., que estabilizan la cámara de forma electrónica gracias a algoritmos de control. En esto se diferencian, por ejemplo, de los steadicam, otra herramienta pensada para estabilizar grabaciones y que solo usa la física (sistema de contrapesas) para mantener el objetivo estable.

Los gimbals están especialmente recomendados para dispositivos de grabación de vídeo de tamaño grande, estilo réflex o superior, pero la realidad es que también se ha popularizado su uso con smartphones. Algunas personas consideran que los gimbals no son necesarios con los teléfonos porque los móviles inteligentes (sobre todo los de alta gama y los que están pensados para fotografía y vídeos) cuentan con estabilizadores digitales de imagen que permiten grabar escenas fluidas y sin vibraciones. No obstante, los gimbals para teléfonos logran una estabilización aún superior y pueden ser muy útiles para grabar en movimiento de forma casi profesional. A la hora de comprar estabilizadores para móviles de la marca Zhiyun, DJI, Feiyu-Tech o cualquier otra, es importante que te fijes en ciertas características para asegurarte de que haces la mejor compra:

• Peso del dispositivo. Cuanto más ligero mejor, pues así evitarás que se te canse el brazo si vas a realizar grabaciones largas.
• Ergonomía. Gran parte de los gimbals para móviles consisten en un palo sobre el que se coloca la cámara y que incluye controles de grabación y movimiento para poder controlar el dispositivo con la mano. Deben ser cómodos de sujetar y manejar.
• Batería. Al incluir motores y sensores, los gimbals necesitan baterías que suelen durar entre 6 y 15 horas, lo que permite grabar durante varias jornadas sin tener que recargar.
• Tipo de agarre. Una característica muy importante a la hora de comprar un gimbal para smartphone es que el dispositivo cuente con las pestañas necesarias para sujetar el móvil con firmeza. De esta forma, un gimbal pensado para una cámara réflex probablemente no sea compatible para un smartphone salvo que lo adquieras con los accesorios necesarios.

La elección entre un gimbal y un steadicam dependerá en todo momento de lo que tú necesites. 

Una primera distinción entre uno y otro sería que los steadicam se recomiendan para cámaras grandes, mientras que, si quieres estabilizar un móvil, es mejor un gimbal especialmente pensado para teléfonos. Además, entre ambos dispositivos existe una diferencia muy importante en precio, y es que los gimbals suelen ser bastante más caros que los steadicam, pues los primeros incluyen motores, sensores y baterías, mientras que los segundos juegan solo con la física para mantener estable la cámara.

Por otro lado, si vas a usar una cámara muy grande y pesada, y muy especialmente si vas a realizar grabaciones muy largas con ella, existen steadicams que se usan con arnés para repartir el peso de la cámara por todo el cuerpo y así hacer más llevaderas las jornadas de grabación. 

En resumen, algunas de las características principales que debes tener en cuenta a la hora de elegir entre comprar un gimbal o un steadicam son las siguientes:

• Los gimbals necesitan baterías, los steadicams son manuales y no necesitan ser cargados en ningún momento.
• Existen gimbals para todo tipo de videocámaras, desde GoPros a videocámaras cinematográficas, mientras que los steadicams se recomiendan solo para modelos grandes (de réflex en adelante).
• Los gimbals suelen ser más caros que los steadicams.

Si te gusta la fotografía y quieres aprovechar al máximo la cámara de tu móvil, existen algunos accesorios que pueden ayudarte a tomar fotos como un profesional. Un indispensable sin duda es el trípode. Algunos gimbals cuentan con patas para hacer las veces de trípode, pero en caso de que el tuyo no las tenga, en tu kit de fotografía digital no puede faltar un buen trípode que te permita grabar imágenes desde un punto fijo o echar fotos de gran calidad. Este tipo de accesorios a veces incluye un disparador que te ayudará echarte fotos a ti mismo sin tener que activar la cuenta atrás de la cámara del celular. Por otro lado, según el modelo de móvil que tengas, también puede resultarte interesante comprar lentes que se fijan a tu cámara y ofrecen efectos que quizá tu celular no ofrezca: ojo de pez, macro, teleobjetivo, etc. Asimismo, los aros de luz son interesantes si realizas grabaciones de interior en primer plano, no solo para mejorar la iluminación en caso de que esta sea deficiente, sino también para mantenerla estable durante toda la grabación y que, por ejemplo, el paso de una nube no suponga un cambio excesivo en la iluminación.

Si la conexión WiFi de tu gimbal te da problemas, el primer paso que siempre debes hacer es reiniciar la WiFi. Recuerda que es la cámara la que genera la WiFi, no el gimbal, por lo que el dispositivo que debes reiniciar es tu GoPro, tu móvil o tu réflex. Si tras haber reiniciado la WiFi de la cámara esta sigue dando problemas de conexión, te recomendamos que entres en la app de tu gimbal y vuelvas a conectar el estabilizador a la cámara.

 Para esto, la opción WiFi de tu videocámara deberá estar activada, mientras que en la app tendrás que entrar en los ajustes de conectividad, seleccionar el modo WiFi, elegir entre las WiFi disponibles e introducir la contraseña (el nombre y la clave de la WiFi deben aparecerte en la pantalla de la cámara al activar el modo inalámbrico).