Los pendientes son accesorios de moda atemporales que le pueden dar un vuelco  tus looks. Junto con otros artículos de joyería (como anillos, pulseras o abalorios) le darán a tu ropa un toque más estudiado y elegante.

Primero debes identificar qué tipo de rostro tienes para saber qué joyería podría favorecerte. Nosotros dejamos aquí algunos consejos:

• Rostro redondo: Los pendientes ideales para un rostro redondo son los pendientes largos y colgantes, caracterizados por formas geométricas más cuadradas o terminadas en punta. Si tu rostro es redondo, tu objetivo es atenuar la redondez eligiendo accesorios que equilibren la forma del óvalo. 
• Rostro cuadrado: Para contrarrestar los rasgos marcados y evidentes del rostro cuadrado, elige unos pendientes de aro, que suavizarán las líneas más pronunciadas del rostro.
• Rostro ovalado: Para realzar el rostro ovalado, elige pendientes colgantes, teniendo en cuenta una regla: la parte colgante (sobre todo si es una lámpara de araña) no puede ser más larga que tu nariz, de lo contrario parecerá desproporcionada.
• Rostro triángulo: El pendiente de aro es perfecto para quienes tienen un rostro triangular: su redondez contrarrestará la angulosidad de la mandíbula suavizando los rasgos faciales
• Rostro triángulo invertido: A la hora de elegir los pendientes, el triángulo invertido buscará crear volumen a los lados de la cara, por lo que lo ideal son unos pendientes prominentes y colgantes que no pasen desapercibidos.

Para limpiar tus pendientes, necesitarás un cepillo de dientes suave, un paño limpio y una solución de limpieza suave. Moja el cepillo de dientes en la solución de limpieza y limpia los pendientes. Luego enjuágalos con agua limpia y secalos con el paño.

 Los pendientes más valiosos y resistentes son los de oro, los de plata y los de platino. 

Se cree que los pendientes se empezaron a llevar hace unos 5000 años. Las joyas se llevan desde tiempos antiguos como símbolo de estatus y riqueza.