Paraísos | Iosi Havilio

<p>Algunas veces (pocas) conviene ser modestos, ceder la palabra a voces m&aacute;s autorizadas que la propia y con gesto de falsa humildad chupar el valor de cambio de prestigios ya homologados en el universo cultural. Sucede adem&aacute;s que estamos muy de acuerdo con lo que dicen Beatriz Sarlo, la gran diosa blanca de la cr&iacute;tica argentina, Mart&iacute;n L&oacute;pez Navia, sin duda la m&aacute;s transparente voz cr&iacute;tica de la cazuela literaria espa&ntilde;ola, y Fabi&aacute;n Casas, uno de los escritores m&aacute;s s&oacute;lidos a este y al otro lado del Atl&aacute;ntico, as&iacute; que la ocasi&oacute;n la pintan calva: les cedemos la palabra para que, de contrabando, se oiga la nuestra. O sea:<br /><br />"Pasi&oacute;n y pasividad. Havilio encontr&oacute; el tono justo y el registro adecuado para contar lo extremo. Para&iacute;sos transcurre en una irresistible normalidad fantasmal."Beatriz Sarlo.<br /><br /><br />"Si Havilio hubiera nacido en Mondo&ntilde;edo habl